Estuve unos días cerca del mar. Cada vez que hago esto, generalmente me dedico a meditar sobre mi vida y a dónde quiero llegar.
Caminando por la playa vi a dos aves. Una comiendo un pescadito que había perdido su parte de atrás. Quién sabe, a lo mejor otro se lo había comido antes que ella. Enseguida me di cuenta como otra ave trataba de acercarse para poder comer junto con ella.
El ave que estaba comiendo el pescado, cada vez que la otra ave se acercaba, la corría. Se ponía brava y no la dejaba saborear del pescadito. La que quería comer, insistía. No se daba por vencida aunque cada vez que se acercaba la otra la quería atacar.
Hay algunas lecciones que podría destacar de esta historia. Pero solo hay una que quiero compartir contigo y que me ayudó a mi y que sé será de ayuda para ti también.
Hay un término conocido en sicología como el efecto de IKEA. Un estudio realizado a dos grupos de personas dio como resultado esto: Al primer grupo se le dio la oportunidad de construir un mueble de IKEA. En el estudio se descubrió que el 63% del grupo estaba mucho más interesado en adquirir el producto que el otro grupo a quién se le dio algo que ya estaba pre-construído. Esto demuestra que el esfuerzo personal es lo que cuenta y lo que nos motiva.
Lo que nos cuesta trabajo, esfuerzo o dinero es lo que valoramos mucho más. No es lo fácil o gratis lo que nos lleva a ver el resultado que queremos. ¿Cuándo se ha visto que los que triunfan no han pagado el precio?
Por mucho tiempo quise que las cosas se dieran sin esfuerzo alguno. ¿Pagar por algo? Esto no estaba en mi lista, ni en mi vocabulario (No era ladrona, sonrisa). Simplemente, quería esperar sentada que las cosas me llegaran. Es más, prefería ir a dónde ofrecían las cosas Gratis porque no quería hacer el esfuerzo que se requería para obtener los resultados que esperaba y que tanto deseaba. Esta manera de vivir me llevó a desperdiciar muchos años de mi vida sin avanzar hacia lo que quería lograr.
Tú estás a tiempo para no cometer el mismo error y empezar desde ahora a «ayudarte a ti misma». Si visitas este espacio a menudo te haz dado cuenta que yo me dedico a ayudar a mujeres a lograr lo que quieren en la vida. He visto como los recursos que comparto con ellas las están ayudando de muchas maneras a navegar las situaciones de sus vidas con ganas, esperanza y valor. Ellas están siendo transformadas en su manera de vivir y están obteniendo resultados al aplicar lo que están aprendiendo aquí.
El ave de la que hablé arriba, insitía en comer el pescadito. Se acercaba más y más y no se dejaba auyentar por la otra ave. Aquí hay una buena lección… Si en el primer picoteo que te dan vas a salir corriendo para no insistir, nunca, escuha bien, NUNCA vas a disfrutar del resultado que tendrás si persistes. El ave llegó a saborear el pescadito porque insistió y no se dio por vencida.
Esta semana leí un versículo que me recordó algo que está disponible para ti si tan sólo haces el esfuerzo.
«La esperanza postergada aflige al corazón,
pero un sueño cumplido es un árbol de vida»
Proverbios 13:12 (NTV)
Si en el próximo año quieres ver resultados en tu vida que te ayuden a prosperar en todo sentido, vas a tener que invertir y ayudarte a ti misma. No se puede vivir con triunfo deseando que las cosas te lleguen fácilment of gratis.
Quiero poner en tus manos un gran recurso que te ayudará a convertirte en una mujer fuerte, llena de valor, y que supera cualquier obstáculo. Una mujer que no se detiene frente a desafíos que parecen imposibles. Una mujer que logra lo que se propone. Tú necesitas este recurso hoy mismo. Por tiempo limitado está en oferta. Presiona abajo y adquire tu copia: