El GPS no es totalmente confiable. La semana pasada te compartí sobre mi viaje a Nebraska a un hermoso lago con el nombre Lake McConaughy. Unas semanas antes, mi esposo y yo, habíamos ido a visitar el mismo lago. Nos encantó y tuvimos un tiempo hermoso. Por esto, decidimos regresar, pero como te conté en el Blog anterior, el segundo viaje fue desastroso. Puedes leer más aquí: TRES COSAS que me traen alegría.
En el primer viaje, quisimos ir a un restaurant cercano al hotel en dónde estábamos hospedados. Pusimos la dirección en el GPS y confiados en que nos llevaría al lugar deseado emprendimos el viaje. Estábamos en la ruta cuando de repente el GPS decía que faltaban 4 minutos para llegar. Seguimos manejando sin notar que el GPS no decía nada. Se había estancado en los 4 minutos que faltaban para llegar. La jornada se hizo larguísima porque habíamos perdido la señal y el GPS dejó de funcionar.
Lección aprendida. Ahora mi esposo y yo estamos pendientes de no cometer el mismo error. Nos reímos de los 4 minutos que faltan para llegar a algún sitio y nos aseguramos que el GPS funcione. Para que te cuento… Manejamos algunas millas sin darnos cuenta que el lugar al que queríamos ir ya lo habíamos pasado. Cuando nos dimos cuenta estábamos en otro lugar, no deseado.
Creo que en la vida nos sucede lo mismo. Nos ponemos en la dirección que queremos ir, pero algo sucede en el camino y terminamos en otros sitios a los que ni habíamos planeado ir. Es más, el GPS se detiene y nos quedamos perdidas sin avanzar hacia dónde realmente queremos ir.
Tú tienes la capacidad de salir de los sitios en dónde te haz estancado por cualquier razón.
Para que esto sea una realidad, tú tienes que embarcarte en la jornada de aniquilar a estos CINCO DIABLOS que están saboteando tu avance hacia la vida que quieres. Dios nunca planeó que tu vivas en derrota, estancada, sin esperanza, sin rumbo y sin saber adónde ir. Esa es nuestra propia elección. No es culpa de Dios que estemos en el lugar en dónde estamos hoy si no nos gusta lo que estamos experimentando. Tú tienes que convertirte en esa mujer que vence a estos CINCO DIABLOS para que tu vida empiece a ser transformada a todo nivel.
LOS CINCO DIABLOS DE SABOTAJE SICOLÓGICO
DIABLO #1: EXCUSAS
Si hay algo que he aprendido en la vida es que las excusas son mentiras que me digo a mí misma. Las dudas te roban tus anhelos, sueños y ambiciones. Mientras más te repitas a ti misma que no puedes hacer algo, eso es exactamente lo que tu cerebro creerá. Esto está científicamente comprobado. Te hablo más sobre esto en este Seminario: SIETE SECRETOS Para conseguir lo que quieres.
Si constantemente te repites excusas a ti mismo del porque no puedes hacer algo para mejorar tu vida o conseguir eso que quieres; entonces nunca tomarás el paso hacia ese desafío, esa oportunidad que se presenta o cualquier cosa que te lleve a experimentar una transofrmación para tu vida. Cualquier excusa que estés almacenando en tu cerebro, te está robando la vida que tienes disponible para ti.
DIABLO #2: CULPA
Cuando la culpa de lo que nos sucede o decimos que la culpa de la vida que estamos viviendo la tienen otros, estamos dando el poder que tenemos a otros. Nadie puede cambiar tu vida, sino tú misma. Una autora que escuché recientemente escribió lo siguiente:
«Nadie va a vivir la vida por ti. Tú tienes que vivirla aunque seas rica o pobre. Sin dinero o ganando mucho. La beneficiaria de una fortuna o de una terrible injusticia. Tienes que hacerlo. No importa si es verdad, No importa si es duro, No importa si es injusto, No importa si es triste y esas cosas horribles te han caído encima. El síntoma de víctima es un callejón in salida. Tú tomas la decisión de manejar en esa dirección. Es tu decisión quedarte parqueada allí o de dar la vuelta y salir de allí»
No lo podríamos leer más claro. Así es la vida. Está llena de altos y bajos. Con cosas difíciles que nos sacan lágrimas a veces. Pero si estamos buscando culpables, nunca vamos a tomar las riendas de lo que nos sucede o nos sucedió para dar la vuelta y empezar de nuevo. Tú tienes en tus manos tu propia vida y lo que harás con ella. No será la culpa de nadie más.
DIABLO #3: ENVIDIA
Tú no te imaginas la pérdida de tiempo que trae el estar comparándote con otros. Es más, es una práctica segura para sentir depresión, falta de ganas de vivir, poco entusiasmo y muchos otros desórdenes físicos y mentales. Es una invitación segura al aburrimiento y pérdida de tiempo.
Eso de estar mirando lo que otros hacen no te lleva a nada. No te garantiza éxito, ni te pone en el camino hacia lograr lo que tú quieres. La envidia enferma y te roba tu propio potencial. Tú tienes belleza dentro de ti. No estás a quí para ser una copia de otra persona. Cuando Dios te creó tiró el molde, eres única y tu contribución para los que te rodean y un mundo entero, es única.
Hay una cura para la envidia que si la pones a la práctica serás una mujer a la que nadie puede parar en su cuesta por lograr lo que quiere. Te comparto esto en el Seminario: SIETE SECRETOS Para conseguir lo que quieres.
DIABLO #4: QUEJARSE
Quejarse es una manera disfrazada de la ira. Mientras más miramos con enojo a la situación que estamos viviendo, añadimos más leña al fuego. Nuestro cerebro está adquiriendo toda esa información y emociones y lo estamos entrenenando a buscar esas situaciones que confirman eso que estamos pensando.
La manera como nuestro sistema sicológico funciona es que empezamos a ver sólo aquello que concuerda con la historia que nos estamos diciendo a nosotras mismas.
Si comienzas a quejarte de que no tienes dinero, vas a empezar a ver todo lo que confirma esta creencia. Si comienzas a quejarte de la gente, lo mala o dura que es, vas a empezar a ver a esa gente más a menudo. Si empiezas a quejarte que no tienes oportunidades, vas a notar más puertas cerradas.
DIABLO #5: APATÍA
Nuestro cerebro necesita desafíos, objetivos o alguna misión. Sin esto, estás en la ruta al aburrimiento y estancamiento. La gente que vive atemorizada no alcanza nada. La gente que no se atreve a hacer algo por miedo se queda en las mismas.
Sin una misión no existe el incentivo y la energía que se necesita para levantarse de la cama y empezar a desarrollar un plan. Ese plan que te lleve a lograr eso que tanto anhelas. La vida no es feliz ni exitosa para aquella persona que se sienta frente a una televisión las 24 horas del día (o muchas horas). O, para la que se pasa en trivilaidades perdiendo su tiempo, sin querer invertir nada en lo que vale la pena.
Esa apatía es un camino seguro a la vida monótona, sin futuro y sin llegar a disfrutar esa vida que deberías disfrutar, como ha sido el plan de Dios para ti. Escucha y lee esto bien: No está en las manos de Dios darte esa vida que quieres. Eres tú la que tiene que usar lo que Él ya te ha dado para lograrlo.
Tienes que ponerte seria si quieres vivir la vida feliz y con éxito que Dios quiere que disfrutes. Hay mucha gente que está parqueda en el sitio de víctima y no quiere salir de allí. Ojalá esa no seas tú porque los años seguirán pasando sin que logres lo que quieres.