El Dios de Otra Vez

¿Otra vez? Ha sido la pregunta de mi esposo cada vez que empiezo a ver la misma serie que ya he visto en el pasado. ¿Hay algún programa de televisión que te ha gustado y lo quieres ver otra vez? Por ejemplo: una serie, una pelicula o cualquier otro programa, quieres volver a verla. Es aquí cuando escuchamos a otros decir… Otra vez!

No te culpo esto es algo natural y no hay nada de malo en esto. Es más, la satisfacción que brinda me gusta y casi puedo asegurarte que algunos programas antiguos, tienen mejores mensajes que los de hoy!

Dios es un Dios de otra vez. Dios no quiere que nos demos por vencidas, ni que decidamos que ya no hay esperanza y por esta razón abandonemos todo. Dios quiere que tú y yo tengamos una vida llena de éxitos y victorias, pero para gozar de este resultado, la derrota no tiene cabida. Te puedo decir concerteza que Dios quiere que lo intentes otra vez!

QUE DEBES HACER CUANDO DIOS TE DICE: «HAZLO OTRA VEZ«

Naturalmente me dirás hazlo! Obedecer es lo natural, pero no es tan sencillo como parece. Tú y yo tenemos que convencernos que vale la pena intentarlo otra vez y este es un paso muy grande que a muchos les cuesta tomar. Es más, por allí dicen que es más fácil rendirse y no intentarlo otra vez.

Te confieso que he estado en esos zapatos lista para tirar la toalla y dejar las cosas como están sin intentarlo y haciendo otra cosa diferente. Te pregunto: ¿Si supieras que el intentarlo otra vez va a traerte buenos resultados, lo harías?

«De hecho, sin fe es imposible agradar a Dios.
Todo el que desee acercarse a Dios debe creer que él existe
y que él recompensa a los que lo buscan con sinceridad”
Hebreos 11:6

EL DIOS QUE PROMETE SIEMPRE CUMPLE

La mejor inversión que podemos hacer en esta vida es en las promesas de Dios. Me podrías decir pero Noemí he creído en sus promesas y todavía no veo ninguna respuesta concreta. Le pido todos los diás por esta situación y parece que está en silencio. Dios no me contesta. Se ha olvidado de mi.

No creas que eras la única que piensa de esta manera. Muchas hemos pensado así muchas veces y seguimos haciéndolo. Nuestra fe ha sido probada de muchas maneras y a veces ha desfallecido. Preferimos tirar la toalla en ese asunto y hacer las cosas a nuestra propia manera o hacer algo diferente. Quiero que leas conmigo el relato que está en Jeremías 36, los versículos del uno al ocho. Allí Jeremías le da una orden a Baruc de leer el rollo a los judiós en la asamblea tal como Dios se lo había dado. Lee abajo esta historia y hablaremos de ella…

El Señor le dio a Jeremías el siguiente mensaje en el cuarto año del reinado de Joacim, hijo de Josías, en Judá:«Toma un rollo y anota todos mis mensajes contra Israel, Judá y las demás naciones. Comienza con el primer mensaje allá por los tiempos de Josías y escribe todos los mensajes, hasta llegar al tiempo presente. Quizá los habitantes de Judá se arrepientan cuando vuelvan a escuchar todas las cosas terribles que tengo pensadas para ellos. Entonces perdonaré sus pecados y maldades». Así que Jeremías mandó llamar a Baruc, hijo de Nerías, y mientras Jeremías le dictaba todas las profecías que el Señor le había dado, Baruc las escribía en un rollo. Entonces Jeremías le dijo a Baruc: «Estoy preso aquí y no puedo ir al templo. Así que en el próximo día de ayuno ve al templo y lee los mensajes de parte del Señor que te he hecho escribir en este rollo. Léelos para que la gente de todo Judá que esté presente los escuche. Quizá se aparten de sus malos caminos y antes de que sea demasiado tarde le pidan al Señor que los perdone. Pues el Señor los ha amenazado con su terrible enojo».Baruc hizo lo que Jeremías le dijo y leyó al pueblo los mensajes del Señor en el templo.

Si sigues leyendo los versículos del 19 al 26 te darás cuenta que cuando el rey escuchó lo que se leyó, rompió el rollo y lo quemó. Puedes leerlo en el verso 24. Naturalmente Dios no se iba a quedar atrás sin hacer algo al respecto. Enseguida, Dios le ordena a Jeremías que escriba el rollo otra vez! Lee Jeremías 36 del 27 al 32.

27 Después de que el rey quemó el rollo en el que Baruc había escrito las palabras de Jeremías, el Señor le dio a Jeremías otro mensaje. Le dijo: 28 «Toma otro rollo y escribe de nuevo todo tal como lo hiciste en el rollo que quemó el rey Joacim.

Dios le dice a Jeremías que lo haga de nuevo. El trabajo para ambos, Jeremías y Baruc, debió ser intenso la primera vez, pero Dios quería que este mensaje sea preservado. El verso 32 dice que no sólo les dio el mismo mensaje pero otras cosas se agregaron.

NO TE SORPRENDAS SI EL DIOS DE OTRA VEZ TE LLAMA A HACERLO OTRA VEZ

Pero Señor ya lo hice antes… ¡HAZLO OTRA VEZ!
Pero me costó mucho trabajo… ¡HAZLO OTRA VEZ!
Pero Dios, ya lo intenté con esfuerzo… ¡HAZLO OTRA VEZ!

Excusas y más excusas se presentan cuando Dios nos pide que lo hagamos otra vez. Quizá Jeremías y Baruc pensaron que lo que estaban haciendo otra vez era una pérdida de tiempo. ¿Por qué no dejarlo así destruído y dejar que el rey reciba su merecido? ¿Por qué no lo dejaron así? ¿No te preguntas por qué?

¿Qué libro acabas de leer arriba? Si, es cierto, Jeremías. Esta es la razón por la que lo volvieron a escribir. Hoy no tendríamos este libro que muestra la historia que Dios quiere que sepamos sobre su fidelidad a su pueblo aún en medio de la rebelión y desobediencia. Su amor incondicional a pesar de todo lo que hicieron. Dios tenía un mensaje eterno en su Palabra para ellos y nosotros por consiguiente.

Tenemos un Dios que nos llama a llenarnos de valor, amor y fe para emprender y seguir con lo encomendado. Este mundo quizá no va a mejorar y a lo mejor empeora. Pero nosotras tenemos que llenarnos de las armas de Dios para continuar. El llamado de Dios no nos dejará poner excusas. Su llamado será: ¡HAZLO OTRA VEZ! Dios quiere que tu vida produzca frutos y para esto tienes que tomar la decision de hacerlo de nuevo aunque la primera vez no haya dado los resultados deseados.

«No me escogieron ustedes a mí, sino que yo los escogí a ustedes
y los comisioné para que vayan y den fruto, un fruto que perdure.
Así el Padre les dará todo lo que le pidan en mi nombre« Juan 15:1
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